viernes, 18 de julio de 2014
Pelo largo más suave y brillante en cinco pasos
Tan femenina como seductora, la melena larga sigue siendo tendencia. Para que derroche “glamour”, es necesario mimarla con unos cuidados muy especiales. Nada que no esté al alcande de tu mano… Si has sabido esperar más de tres años para que tu cabello caiga por encima de los hombros y tu pelo ha resistido más de 400 lavados es que ¡ya has superado la prueba más difícil!
ACIERTA CON LA ELECCIÓN DEL CHAMPÚ
Escoge una fórmula nutritiva. Tu pelo requiere un champú especial para cabello largo, si tiene un aspecto envidiable, o para cabello castigado, si te lo notas seco, áspero o apagado. Formulados con ceramidas, aceites vegetales, queratina, pantenol, etc., esta última línea de champús protege y repara la superficie. En cada lavado, utiliza por medios y puntas un acondicionador de la misma gama capilary, una o dos veces por semana, extiéndete una mascarilla reparadora o una mezcla de aguacate y huevo.
PELO MOJADO EN CUIDADOS INTENSIVOS
Retira el exceso de humedad. Es un error frotar el pelo húmedo, más vulnerable a las agresiones, con la toalla. Basta con que la deslices con delicadeza desde las raíces hasta las puntas. Esta técnica de secado permite absorber el agua del cabello y alisar las escamas de la cutícula del pelo.
El cepillo ideal. Los peines de materiales naturales -carey, madera, etc.- y los cepillos de pelo de jabalí son los que más brillo sacan a tu melena y mejor previenen la electricidad estática. Cuántas más cerdas tenga por centímetro cuadrado, más reluciente se verá tu cabellera bajo la luz.
¿Necesita un plus de vitalidad? Aplica sobre el cabello húmedo una pequeña dosis de un aceite capilar, auténtica inyección de brillo y suavidad.
SECADOR, EXTREMA LA PRECAUCIÓN
Esprays térmicos. Los protectores del calor, el equivalente capilar a la fotoprotección solar, reducen los daños causados por las altas temperaturas del secador o las planchas, aparte de facilitar el peinado -los hay con efecto potenciador del rizo o del alisado- y proteger el color. ¿El pelo se te descontrola o encrespa? La falta de hidratación y el exceso de secador tienen la culpa. En ese caso, apuesta por los esprays térmicos “anti-frizz”.
Mantén la distancia. Aunque lo mejor es secarlo con el botón de aire frío pulsado, si necesitas subir la temperatura, mantén el aparato a unos 15 centímetros de tu cabello. Cuando vayas con prisas, es buena idea aumentar la potencia del aire en lugar de intensificar el calor. No utilices las planchas o las tenacillas a más de 150 grados si tu pelo es muy fino o está debilitado.
BUSCA LA NATURALIDAD CON LA COLORACIÓN
Los tintes más respetuosos. Retocar y potenciar el color con tintes sin amoníaco es la mejor forma de lucir una melena de anuncio sin dañar un centímetro de tu pelo. Harás bien en elegir un color no más de 2-3 tonos por debajo del tuyo porque cuánto más se aclara el tono, más se agrede la estructura interna del cabello.
Frecuencia de lavado. Si te tiñes el pelo, procura lavártelo cada dos o tres días. Así lo someterás a un menor número de agresiones -agua caliente, secador, etc.- y conseguirás lque el color se “desgaste” menos.
PUNTAS ABIERTAS, MÁS VALE PREVENIR
Meter tijera y llevarse 2 centímetros de cabello es tirar por la borda casi tres meses de cuidados.
Extremos protegidos. Los sérums reparadores de puntas, aplicados con regularidad, mantienen los extremos del pelo sellados y suaves al tacto. Son la parte del cabello más frágil, no sólo porque con el paso de los años se afinan, sino también por el desgaste que sufren al entrar en contacto con la ropa, el calor del secador, el viento, etc. ¿El daño ya está hecho? Antes de cortar por lo sano, prueba los sérums cicatrizadores de puntas, un tratamiento de reparación intensiva.
A SALVO DE ENREDOS
Antes de entrar en la ducha. Cepíllate el pelo. Aparte de retirar los restos de sérum, espuma o laca, este gesto hace que sea más fácil desenredarlo, de nuevo, cuando te apliques el acondicionador. En esta ocasión, emplea un peine de púas separadas.
Después de salir de la ducha. Aplica un agua de peinado o un acondicionador que no requiera aclarado y péinalo comenzando por las puntas y remontando progresivamente hasya llegar a las raíces. Si tu cabello es más bien fino, harás bien en mantener baja la potencia de aire del secador. De otro modo, tu pelo se acabará enredando.
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