Piel bronceada con precaución

Este verano no te prives de lucir una piel bronceada. El sol tiene muchos beneficios pero no olvides que también es el enemigo de tu piel, por eso protégela con una crema solar apropiada.





La exposición solar en pequeñas dosis tiene un efecto beneficioso para conseguir una piel bronceada sin peligro para la piel ni para la salud.

Te proporciona una mejora en el estado de ánimo puesto que aumenta la proporción de “serotonina”, un neurotransmisor que nos regula la sensación de bienestar. Además es el precursor de la síntesis de vitamina D que mejora la absorción del calcio y fósforo, ingredientes indispensables para fortalecer huesos y dientes.



Además, la radiación solar es la responsable de la piel bronceada, activando la melanina y dejando la piel con un tono más homogéneo que nos disimula las imperfecciones. Esta es la razón por la que una piel bronceada se ve más saludable y bonita.

Reparación tras la exposición al sol
Al disfrutar del sol es importante recuperar tus células con ingredientes hidratantes y reparadores que te permitan evitar el envejecimiento prematuro de la piel. Por eso, además de la protección solar debes completar el tratamiento con el uso de un post-solar. Recuerda que , además de proteger nuestra piel del sol, es importante repararla después, incluso si has usado protector solar y no te as quemado.

Ingredientes te ayudan a repara tu piel
Busca reparadores solares que te den un plus de hidratación con ingredientes como la Vitamina E, la Vitamina B5, los Aceites Vegetales o la Manteca de Karité. Dichos ingredientes son recuperadores, calmantes y nutritivos. Son recuperadores cutáneos después de la exposición solar, proporcionan una piel suave y nutrida y previenen el envejecimiento prematuro de la piel.

Apuesta por una buena protección
Debes elegir un factor de protección adecuado a tu tono de piel, con una textura resistente al agua que proteja de los rayos UVA y UVB.

Es aconsejable aplicar el protector unos minutos antes de la exposición solar y repetir la aplicación cada 2 horas o tras salir del agua. Evita las horas de máxima intensidad solar (12-16h). Se debe prestar especial atención a las zonas que habitualmente no están expuestas al sol, como la nuca, detrás de las orejas o entre los dedos de los pies